miércoles, 4 de marzo de 2015

Dilatación de pensamientos

"22 de noviembre (…)Juego y me burlo de mis padecimientos; si me dejara llevar, haría toda una letanía de antítesis.” Las desventuras del joven Werther.
Pensaba casi sin pensar, sabiendo que escribiría
cosas que odiaría mas tarde.
¿De que iba eso de pretender saber que pasaría?
Y ahí frené, como si de nada se tratara,
un revuelco en las profundidades.
Me sentía descendiendo como en abismo.
En la inmensidad del silencio.
Decidí ponerle ganas a algo de lo que no estaba seguro.
El cuadro que contenía un pedazo de destrucción,
junto a un álbum de fotos, tomó partido en lo profundo.
Una y otra vez desgarramos los problemas,
el eterno recuerdo de algo que no existe.
Hay que forzar las vigas, quizás comprendas.
Mí, tu, mente procreaba estigmas inadecuados,
cuando mis ojeras no tenían perdón.
¿Era real? Dudo.
Marcaba las páginas del libro con un blíster de pastillas.
No me llamó la atención.
Ahí estaba, otra vez bostezando al cansancio.
Los problemas son tu espejismo.
Convénceme esta vez de que yo puedo convencerme.
¿Estaba equivocado? Por mucho.
El mundo giraría aunque yo no estuviera,
aún así me esforzaba en echar culpas o lamentarme,
típico.
¿Cual era la verdadera intención de las conecciones?
¿Podría atribuirse a números o estadísticas?
Me caía un poco mas, el frío hostigaba mi cuerpo 
y impulsivamente añoraba el calor de tus endorfinas.
La parte mas tediosa.
Donde se complican aún mas, y no hay metáforas,
ni gritos que tapan el hueco.
La sudestada de pensamientos era incansable.
El peor temor es el de mi sugestión,
ahí me lleva a los peores lugares.
Así como mis palabras carecen de sentido ahora 
a tus nuevas visiones, todo lo que sucede
es estúpido.
Como extrañar un contacto, a querer otro.
De sentir a que te de igual.
La pena, es escandalosa.
Como ella que lleno de conejos de papel la habitación,
por ahí conoces el resto.
Tiempo, para mí, para mas tiempo.
Te puse a prueba, me olvide de mi necesidad.
Como si me posicionara en la esquina de una abandonada casa.
Y me sumergí en la espuma del café ,
del goce y la triztesa.
Te diré como no termina esto, como yo quería.
Mañana me dirás que todo esta bien,
yo sonreire rocíos de otoño.

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