miércoles, 4 de marzo de 2015

El síndrome Werther

Encuentras belleza en el mundo que te rodea.
En mirar el cielo. En escribir. En dibujar.
El sonar del viento chocando contra tu cara.
La lluvia. El frío o el calor.
Luego, un día, te levantas y todo te aborrece.
Aún, sabiendo lo bello que encuentras en eso.
Te sientes, miserable.
Una mochila inmensa a cuestas.
Los cercanos, ¿un día se echaran culpa de mis decisiones?
Si así fuera, me repugnaría.
Todo esto, lo que soy,
no es mas que mi configuración de sinapsis.
Las lágrimas brotan lentamente,
mientras tirado miro como mueven las nubes.
¡Ah! Si tan solo podría exponer mi corazón sin miedos.
Ser tan efervescente como quisiera.
Y recibirlo de igual manera.
¿Quien comprende a los jóvenes con finales trágicos?
No se trata del problema, 
se trata de los límites interiores.
¿Crees que no hago nada contrario?
No te deseo sentir lo que mi cuerpo siente.
Abraso su cálido cuerpo,
y de apoco toco eso que me alcanza a sentirme algo “feliz”
¿Será correcto poner el pesar de mis angustias sobre una persona que amas?
Eres un estúpido, me repito cien veces antes de dormir.

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