miércoles, 4 de marzo de 2015

Mi lóbulo se olvidó de olvidar

Revolviendo a mi mirada me siento tan extraño.
Tu calidez inunda lo mismo que un vomito en cualquier baño.
Lo desagradable de llegar  a serlo, es cuando llegas,
y no encuentras algo que te llene.
Pasaban los días y mi interior se destrozaba, 
al igual que tus pulmones con la mierda que inhalabas.
Ya no sabía si las pastillas me ayudarían,
o si el orgullo que nunca tuve se aferraba a algo que nunca fue eterno.
El corazón que cultivé, el cual impulso a taquicardias,
no se cuanto durara si no llego a mas que palabras.
Aplastaba mis emociones y cortaba mis piernas.
Las noches de pasión transformadas en violencia, la sangre en tus labios y el ácido en tu cabeza.
¿Con que cara te miraría? si cuando quería hablarte,
con el humo te escondías. 
Soy un caos, y mas por que lo acepto, y el error de aceptar
es que no sales de eso.
Me propongo a ser, y aunque puedo, mi cabeza derrotista
tira sus peores cartas.
Lamento no ser uno de esos idiotas creídos a los que quieres,
que te dejan y no les importaría si mueres. 
Una de las cosas mas bonitas que eh llegado a tener,
es cerca un par de hojas y algo para dibujar.
No desprecio tu presencia, pero a veces, estorbas.
Si hay alguien que pueda mas que tu sonrisa,
no me interesaría saberlo.
Tengo un termino de partidas por jugada,
y si me aturdes quizas me rompas por no tener tanta coraza.
Voy desprendiéndome en mil partes, como hojas en otoño.
Abril termino y todo parece menos ocioso.
Si hay algo que quisiera pedir aunque sea una vez al mes, 
sería el abrazo mas cálido que tuve en mi vida.
Las personas son ingenuas, y son muy estúpidas.
Yo, no me desprendo de eso. 
Me dijeron que era demasiado depresivo, que era pretencioso,
también que fuí egoísta, o que nunca me dejo querer… 
Si a veces fuese menos complicado convivir conmigo mismo,
cambiaría.
Mientras tanto, me destruiré una y mil veces, 
esperando que algún agujero negro cambie la realidad. 

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