domingo, 30 de agosto de 2015

Mis manos manchadas de tiempo

"ya, no" me repetía constantemente,
y seguía avanzando contramarea en la incertidumbre.
¿Por mera estupidez? ¿Nostalgia?
¿No querer aceptar jamas la derrota? o por no aceptar... que muchas cosas no funcionan...
En mi sistema autodestructivo, mi intento de edén,
si funcionaban.
Me costaba sangre, días  y dolor.
Pero me aferraba,
como si la salida menos segura era la única.
Las sonrisas me daban lugar a claustrofobia,
y mi mente campo abierto para tropezar.
Ahogaba malos pensamientos con sinapsis artificial,
tapando inviernos y otoños.
Lo intenté todo, y jamas pude alejar mis temores.
Me acostumbre a mis propios demonios,
no había forma de sacarlos de mis escamas. Eran como vidrios, o agujas formando algún diagrama sobre mi espalda.
Un día quizas me abrazaras un momento, que serán años en mis pasiones.

A mis tontos pies. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario